Era una noche cerrada en la carretera conocida entre los camioneros como la "Ruta Muerta". Muchos la evitaban cuando el sol se escondía, porque los rumores que rodeaban ese tramo solitario de asfalto eran suficientes para helarle la sangre a cualquiera. Sin embargo, para Pedro y Ramiro, dos viejos traileros con años de experiencia y muchas historias de miedo compartidas, nada podía asustarlos… o eso creían.

La ruta atravesaba una serie de colinas y barrancos, donde las luces de las ciudades cercanas apenas lograban llegar. El camino se sentía aún más vacío de lo normal esa noche. Pedro y Ramiro llevaban una carga de metales, y el tiempo era justo, así que decidieron ignorar las advertencias y continuar. Mientras avanzaban, el reloj marcaba las dos de la madrugada y ambos comenzaron a sentir el peso de la fatiga, pero algo más también les inquietaba: la sensación de ser observados.

Leer más: La Sombra en la Ruta Muerta

Escribir comentario (0 Comentarios)